Hervé Ryssen
La historia del judaísmo es la de un pueblo - o de una secta - en guerra permanente contra el resto de la humanidad. En todas las épocas y en todos los lugares, los judíos suscitaron el antisemitismo. El guion se desarrolla siempre de la misma forma: tras las violencias y los ajustes de cuentas, los goyim (los no judíos) legislan para intentar atajar el fenómeno y terminan por expulsar a los indeseables. Pero inevitablemente, al cabo de cierto tiempo, estos logran introducirse de nuevo en la plaza corrompiendo los reyes y los señores y reanudan sus tráficos e intrigas, sin haber escarmentado o aprendido nada de sus errores pasados. Esta historia lleva repitiéndose cerca de tres mil años.Por su parte, los judíos intentan continuamente dar al mundo entero la imagen de una comunidad perseguida sin motivo alguno. Desde la salida de Egipto hasta Auschwitz, la destrucción del Templo hasta los pogromos de los Cosacos, pasando por las masacres cometidas por los Cruzados y las hogueras de la Inquisición, su historia es efectivamente una sucesión de dramas. Para explicar este fenómeno, los intelectuales judíos proponen todo tipo de teorías, más o menos alambicadas, y terminan por afirmar que la historia del 'pueblo' judío es un misterio, un enigma extraordinario, un destino fabuloso y hasta cósmico. La mayoría de las veces añaden o dan a entender que quizás serían el 'pueblo elegido de Dios'. Pero cuando se examina el asunto más de cerca, el problema es en realidad mucho más simple. En cualquier caso, después de la lectura de este libro, confiamos en que ya nadie hable de civilización 'judeocristiana'.