Manuel Tejedor Rábano
Este poemario es un ejemplo de arte lúdico, con un dominio de la expresión y las máscaras. En sus poemas abundan las sorpresas, por las luminosas uniones de palabras en sintagmas excelentes y en descripciones creativas.No son iguales a los sinsentidos de algunas poéticas vanguardistas; tienen humor sutil y visión profunda, son dislocaciones de sentidos, que logran salir de la quietud mundana. Con inteligencia, muestran que el movimiento es un principio vital.Estos poemas van por zonas serias, cómicas y absurdas, ya que las palabras son parte del juego. Son un vehículo para un viaje determinado por el sentido, pero también para el descubrimiento y el disfrute durante la travesía.