Johnny Elias Rivera
El bardo insiste en ser aprendiz de poeta, pero en esta obra el lirismo del poeta sigue patente y vigente; el periodo de aprendizaje venció hace tiempo. Este singular trabajo lo demuestra. Aquí se trata de poner en evidencia el testimonio de los sentidos en complicidad con Octavio Paz y Rimbaud, mirando los poemas con los ojos del espíritu. Los sueños y el erotismo siguen presente como una forma de transgresión inocente.