Edgardo Azamar
Los grandes dioses del Anáhuac saben que su tiempo ha terminado y deberán partir para renacer en gloria, dejando a otros dioses cotidianos. Los conquistadores hispanos que arriban, poseen técnicas de fundición de metales desconocidas en el Nuevo mundo y eso perturbará la cosmogonía del Más Allá. Para prevenirlo, los grandes dioses designan a un encargado y a sus descendientes para que controlen la transición de manera armónica, y su regreso esté coronado del esplendor deseado. Sin embargo, las rencillas entre los dioses de la Guerra y la Muerte provocarán que el control se pierda y los espíritus permanezcan entre los misteriosos poderes de los vapores de la fundición de monedas y metales preciosos, dando paso al intento de establecer un nuevo orden a modo. El descubrimiento del monolito de la Diosa Madre del Anáhuac, Coatlicue, y el de la Piedra del Sol desatará una lucha por el control del mundo espiritual entre dioses de todas las culturas y espíritus humanos, en donde el destino de los hombres será forjado por la alquimia de los misteriosos vapores de la Casa de Moneda de México, y los espíritus descendientes del encargado, los hermanos Herrera y Valverde, permanecerán buscando una solución al oscuro destino que le fue asignado a su padre, entre la alquimia, la fundición de metales, la acuñación de monedas y los potentes e impenetrablesmuros de la Casa de Moneda del Apartado.Los Guardianes de los Rieles es una novela que nos permite viajar en el tiempo entre la historia, la alquimia, la minería y la numismática pero, principalmente, entre la extraña cosmogonía del más allá. 10
