Danielle Pimentel de Oliveira
La sostenibilidad alcanzó un significativo interés en el sector turístico a partir de la Cumbre de la Tierra (Río, 1992). Desde entonces se ha hecho necesario medir sus variables, por lo que distintas instituciones vienen desarrollando sistemas de indicadores turísticos, aunque, en su mayoría, no tienen en cuenta las características o la idiosincrasia local. El generalizar los indicadores para todos los territorios desatiende y equipara problemas de carácter ambiental, social, político y económico, obviando la singularidad del destino. Por otro lado, varios estudios recientes certifican empíricamente que factores como las masificaciones y el calentamiento global, consecuencia de la falta de sostenibilidad, facilitan la expansión de enfermedades infectocontagiosas. Así pues, al gran desafío de cuantificar la sostenibilidad, se suma la crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2, causante del COVID-19, que ha cambiado el paradigma del turismo y acentuado la necesidad de ofrecer destinos turísticos sostenibles. La presente investigación busca determinar el nivel de sostenibilidad turística mediante indicadores ajustados a la realidad del territorio, con la creación de un sistema propio que cuente con la validación de expertos de la región y procesos de gobernanza para el desarrollo de un índice sintético de sostenibilidad. Para la validación empírica, el estudio emplea el índice diseñado para el entorno litoral; sin embargo, la metodología aquí presentada puede ser implementada en diferentes tipos de turismo: rural, cultural, de naturaleza, deportivo, etc. Se han utilizado más de 1.600 encuestas realizadas en regiones turísticas con fuerte estacionalidad y dependencia económica. Finalmente, se definió el nivel de sostenibilidad de cada uno de los municipios analizados, así como el nivel de inquietud social con relación a la actividad turística, de manera que se posibilitan interesantes propuestas para la gestión de cada destino.