Leonardo Depestre Catony
La Habana dio ya la vuelta al quinto centenario de su fundación y figura holgadamente entre las primeras diez villas establecidas por los conquistadores españoles, lo cual la convierte, además, en una de la más antiguas del Nuevo Mundo. Entonces, ¿qué no habrá visto La Habana? ¿Cuántos sucesos memorables no se recopilarán en sus anales? ¿Cuántos volúmenes serían necesarios para reseñarlos? Este libro lo intenta en una apretada selección. Los hay de muy diversa índole y he aquí algunos de ellos: la explosión del acorazado Maine, el ciclón de 1926, la desaparición del comandante Camilo Cienfuegos, las actuaciones habaneras de Nat King Cole y de Joan Manuel Serrat, la bomba en una función del tenor Enrico Caruso, el suicidio de Eduardo Chibás, el sabotaje al vapor La Coubre, la destrucción por el fuego de la tienda El Encanto, la presencia de marcianos en el área de la Ciudad Deportiva, el desmayo ante las cámaras de la actriz Dolores del Río, la toma de La Habana por los ingleses, el asalto al Palacio Presidencial, el secuestro de Juan Manuel Fangio, el colapso de la Zafra de los 10 millones, el golpe de Estado del 10 de marzo, la entrada a la ciudad del Ejército Rebelde, el recibimiento a los aviadores Mariano Barberán y Joaquín Collar, el fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina, el naufragio del vapor Valbanera, la presencia en la capital de Juan Pablo II y de Barack Obama, la declaración del carácter socialista de la Revolución, el éxodo por Mariel, el jonrón de Marquetti así, hasta la cifra de más de 100 sucesos para conocer y guardar en la memoria.