Cristina Durán / David Barreras
Este libro explica porqué Bizancio más que un nuevo Imperio o el sucesor de Roma, fue su prolongación. Esta idea se sustenta, principalmente, en que desde el año 395 d.C. se estableció en el Imperio romano una división territorial definitiva en Oriente y Occidente. Así, se comenta en esta obra que aunque oficialmente se establece la caída del Imperio romano en el año 476 d.C, cabe destacar que únicamente está asociada a un hecho puntual: la deposición del último emperador romano de Occidente por los germanos hérulos.La Breve historia del Imperio bizantino, narra no solo de qué manera sobrevivió el Imperio romano de Oriente, sino la forma en que logra alcanzar su cenit en la Edad Media e incluso cómo consigue prolongar su existencia a los largo de este periodo histórico. La invulnerabilidad de su capital, Constantinopla, posibilitó además mantener allí intacta la cultura clásica y el Estado romano a lo largo de mil años. En consecuencia, este libro ofrece un nuevo punto de vista que presenta los años oscuros de Europa y, paralelamente, una Edad Media atípica que se desarrolló en torno a Constantinopla y su Imperio.Gran parte de la bibliografía empleada, además, se sustenta en las investigaciones académicas más recientes, pero presentadas de una manera muy sencilla y asequible para el lector no especializado.